miércoles, 15 de septiembre de 2010

El cumple de México!!!

Mami, ya va a ser el cumpleaños de México, tenemos que preparar todo para su fiesta, porque lo tenemos que festejar, verdad???
 Y yo pensé. ¿Festejar? Y ¿Qué es lo que le tenemos que festejar? Permanecí en silencio. En ese momento no encontré demasiados motivos para estar tan animosos con esto del majestuoso bicentenario del que tanto escuchamos hablar últimamente. Quería decir algo agradable, pero en mi cabeza circulaba: Vamos a festejar que salimos de nuestra casa, dándonos la bendición, no por costumbre, sino pidiendo a Dios con fuerza que podamos regresar sanos y completos. Que si nos toca que nos asalten y nos quiten lo que con esfuerzo hemos comprado. ¡Eres muy afortunada, sólo son cosas materiales! Hasta eso el tipo era un profesional, se porto súper buena onda y todo.
O quizás podamos festejar, que si tenemos un choque o un accidente, no llegué la patrulla porque si llega, lo más probable es que además del golpe o deducible del seguro, tengamos que pagar la ida al cine del poli el domingo con su familia y con todo y palomitas y refrescos.
En todos los asaltos que hemos sufrido mi familia y yo, nunca apareció un policía a ayudarnos, como nos se nos ocurrió hablar por teléfono en el coche, porque las pocas veces que lo he hecho, si han aparecido de volada.
Bueno tal vez podamos festejar que en los semáforos nos consientan tanto. Nos venden refrescos, papas, sombrillas por si está lloviendo, nos entretienen con acrobacias y payasadas. Nos venden sorpres para nuestros hijos y todo. Lo malo es que los vendedores tengan la edad de nuestros hijitos y nuestros sobrinos y muy seguido tengan la mirada perdida y triste por las drogas y los abusos.
Si nos invitan a la fiesta de algún amiguito de la escuela, no sería tanta sorpresa si llegamos a romper la piñata en casa de algún capo del narco, llámese La Barbie, el Grande, El indio, etc.
Renata, seguía esperando mi respuesta con una carita entusiasmada y entonces de mi boca, de mis recuerdos y de mi corazón salió con alegría:
¡Por supuesto mi amor que tenemos mucho que festejarle a nuestro México! Que precioso país tenemos, nuestras playas, nuestras ciudades, nuestra historia. La creatividad del mexicano, es increíble, siempre podrá arreglar lo que le pidas con un alambrito, una cuerdita, sacarte del apuro. La flexibilidad y disposición de nuestra gente, que siempre accederá ante un porfa joven, es que de verdad me urge mucho, aún si llegamos cuando ya está bajando la cortina de su local.
El valor que tiene la familia para nosotros, la cercanía que tenemos con nuestros papás y abuelitos. La calidez de nuestra gente que hace que una sonrisa casi siempre sea recíproca.
México, estamos en deuda contigo. Nuestro país tiene todo para ser el mejor país, me encantaría que la balanza dejara el equilibrio entre lo bueno y lo malo que vivimos a diario y empezáramos a cargarla hacia buenas experiencias, para que al pensar en nuestro país, no nos cueste tanta reflexión llegar a todo lo positivo que tenemos y con amor y orgullo respondamos de primera instancia.
¡Si mi amor, claro que vamos a festejar!
 ¡¡¡VIVA MÉXICO!!!